domingo, 9 de febrero de 2014

Cuando el fracaso es un éxito

      Suelo despertarme temprano y lo primero que hago es poner la radio. Busco la rueda de la pequeña radio de forma automática para girarla con cuidado. Me gusta dormitar escuchándola esperando la hora de levantarme, sobre todos los fines de semana. Siempre oigo cosas que me parecen interesantes y como mi memoria a estas horas flaquea, procuro apuntarlas en el programa de notas del "samartphone", ¡gran invento diabólico y gran esclavista!. Con los ojos medio cerrados y sin las gafas apenas atino con las teclas. 
Cuando he intentado recordar algo, me ha sido muy difícil, se ve que mi cerebro durmiente no tiene todavía activadas las sinapsis de la memoria. 
    Estaba en estas un fín de semana cuando oí un comentario de algún afamado tertuliano, no lo puedo asegurar pero creo que fue Juan José Millás, que afirmó rotundo: “los fracasos a veces son una gran victoria” o algo parecido. Claro, rápidamente despertó la curiosidad del resto de tertulianos y posiblemente de muchos oyentes como yo. ¿Cómo es posible eso? Estamos hartos de ver como los políticos de turno transforman las derrotas electorales en triunfos, siempre encuentran alguna justificación, claro que al cabo de los días la realidad es testaruda y acaba poniéndoles en su sitio, comenzando entonces las lamentaciones. Razonó JJM de la siguiente manera, para que un  espermatozoide triunfe es necesario que fracasen millones de ellos!. Dicho en frío, lo primero que se nos ocurre es que ese mismo espermatozoide podría haber triunfado por sí mismo, pero si nos paramos a pensar esto es totalmente imposible o casi. Solo hay una vía (o muy pocas) de llegar a la meta con millones de caminos erróneos, por tanto la posibilidad de que uno de con el camino verdadero es cero (o casi) y así lo evidencia la realidad, con un espermatozoide seremos estériles. Se necesitan millones de exploradores para que uno de con la vía al óvulo. ¡Es cierto! muchos fracasos acaban con el gran éxito de la fecundación.
         Resulta fácil imaginar que en nuestra vida cotidiana sucede un poco lo mismo, ya que no podemos desdoblarnos en millones de nosotros si podemos repetir las experiencias una y otra vez, al fin y al cabo no morimos al primer intento como los espermatozoides!. Muchos pequeños fracasos en la vida nos van modelando y haciéndonos más resistentes a los siguientes fracasos, vamos aprendiendo a no volver a tropezar con la misma piedra (aunque ya sé que muchísimas veces tropezamos una y otra vez, porque no tenemos otro camino que tomar o no queremos tomar otro) para finalmente conseguir el éxito esperado. Si nos paramos un instante a reflexionar podremos advertir que nuestra vida es una sucesión de fracasos, pequeños o grandes, advertidos o inadvertidos, dolorosos o indoloros, fracasos en el amor, en los estudios, en el trabajo, en la familia.... en todos los ámbitos y el que no ha tenido reveses mal va. Esos formaran parte de los intolerantes a las frustaciones que tanto dolor producen a quien la padecen. Todos estos "fracasos" nos ha ido enseñando lo que es la vida y como navegar por ella. 
         Estaba en todo esto cuando recibí un "whatsapp"  nada menos que de mi amigo Balla, el chico senegalés del que ya escribí algo en otra ocasión, que ante la falta de perspectivas (fracasos?) en Tenerife decidió intentar una nueva aventura en Bilbao. Mientras estuvo cerca le ayudamos lo que pudimos y veo que no lo ha olvidado. El miércoles próximo anunció su llegada, le veremos y seguro que tendrá que contar nuevos fracasos que espero finalmente se hayan convertido en un éxito.

"No he fracasado. He encontrado 10000 soluciones que no funcionan"
Thomas Alva Edison

jueves, 2 de mayo de 2013

Olvido

   Hay palabras que parecen inocuas, pero que son verdaderamente dañinas según las circunstancias en las que se dicen, pues las palabras en sí mismo no lo son, una espada inmóvil no es dañina pero volando por el aire y clavándose certera puede ser mortal. Lo mismo sucede con las palabras, que pueden ser usadas como bálsamo o como dagas. Se me ha ocurrido hablar de la palabra olvido. Es graciosa, en algunos bares era costumbre tener azulejos con sentencias y una de ella decía: " Bebe para olvidar, pero no te olvides de pagar". Es una palabra muy conocida y utilizada por los románticos y a fuerza de oírla la hemos ido cogiendo cariño. Palabra común en boca de los poetas, a los que tanto inspiró.  Decía Mario Benedetti :
 "El olvido está tan lleno de memoria            
que a veces no caben las remembranzas
y hay que tirar rencores por la borda,
en el fondo el olvido es un gran simulacro
nadie sabe ni puede/ aunque quiera/ olvidar
un gran simulacro repleto de fantasmas
esos romeros que peregrinaran por el olvido
como si fuese El Camino de Santiago"
         ¿Qué es el olvido? según la RAE, cesación de la memoria que se tenía, descuido de algo que se debía tener presente o cesación del afecto que se tenía. Tres definiciones para una palabra que según el contexto puede ser medicina o veneno. Son de este tipo de palabras que cuando la oyes o te la dicen pasa inadvertida, para luego, ya dentro de uno pueden tener un efecto devastador.
Los políticos actuales olvidan con frecuencia a los que les han elegido, los tratan sin ninguna consideración, cesan su afecto hacia los gobernados, no cesan la memoria ni descuidan de algo que debían tener presente, pues reconocen abiertamente que las medidas que nos imponen van a producir dolor y lo saben, simplemente dejan de querernos. Todos seremos presa del olvido tarde o temprano, cuando abandonemos este mundo, en unos meses seremos olvidados por la mayoría, pasaremos a ser parte del del pasado lejano, solo para los familiares más allegados permaneceremos en la memoria, pero el olvido estará acechando y una generación nos habrá engullido. 
      Los olvidos pueden ser el primer síntoma de una terrible enfermedad.Olvidos son lo que padecen los seres humanos afectos de demencia. Primero es un olvido inocente, luego otro y otro hasta que sus mentes quedan borradas, siendo reducidas a una vida de autómata, les cesa la memoria de una manera literal, pero no pierden el cariño y el amor que debe guardarse en sitios recónditos e inexpugnables del cerebro. 
           Cuando uno abandona su ciudad para ganarse la vida en otros pagos, no la olvida, siempre la tiene en la memoria, siempre presente, y el afecto o amor continua si cabe más acentuado por la lejanía. Hace unos días estuve en Madrid, mi ciudad natal, paseé por sus calles y visité sus museos, mejor dicho, visité un museo, no tuve tiempo para más, porque ahora para mí es una ciudad de paso. Pude comprobar que no la había olvidado, que seguía ahí, acogedora, bulliciosa, viva. A los madrileños nos pasa una cosa, o nos pasaba, que con tener muchas cosas a mano, siempre lo vamos dejando para otro día, que finalmente puede que no llegue. Desde que vivo fuera de mi ciudad, la disfruto más, paseo por ella con ojos curiosos, descubriendo cada vez cosas nuevas que antes me pasaban inadvertidas. No me siento extraño, pero ahora ando por sus calles mirando hacia arriba, viendos sus casas y no sus aceras, porque la diferencia entre los lugareños y los foráneos es que los primeros andan con la cabeza hacia abajo y los segundos con ella hacia arriba. Al pasar por debajo del puente Segovia uno no deja de sobrecogerse al mirar hacia arriba y recordar la cantidad de seres humanos desesperados que se han arrojado desde él, tantas que hubo que poner una valla de cristal para disuadir a los infelices, que seguro han completado sus deseos por otros medios. Es posible que estos suicidas trataran del olvidar algo en esta vida, trataban de huir de una vida que se les hacía insoportable, de una vida implacable con el débil.
        Olvido es también nombre de mujer, ¡Qué nombre tan sugerente! parece que es un nombre cristiano que hace referencia al olvido de las penas y los sufrimientos. Olvidar lo malo y quedarse con lo bueno y ¿qué sucede si una mujer, se llame Olvido o no, te dice "tengo que olvidarte"? pues que bajo una palabra aparentemente inocua puede transmitir que te quiere borrar de su memoria o que su afecto o amor ha terminado. Dicha en frío pasa inadvertida, casi es como un trago dulce, para luego ya dentro transformarse en veneno.
     Es bueno olvidar, como el nombre de Olvido significa olvidar las penas y los sufrimientos, pero no es bueno borrar de nuestra memoria todo lo vivido, disfrutado o sufrido, es parte de nosotros y de nuestras vivencias.
      Que bueno sería poder olvidar lo que no nos interesa y dejarse llevar así sin más, pero me temo que el olvido es juguetón y tiene vida propia, y nos hará olvidar lo que le apetezca no lo que queramos.





"Nada graba tan fijamente alguna cosa a nuestra memoria como el deseo de olvidarla"

Aristóteles

domingo, 3 de febrero de 2013

Luchando contra el mundo

      A nuestro alrededor se suceden historias de vidas anónimas desgarradoras que a fuerza de oírlas y verlas acaban por insensibilizarnos. Ya había hablado de los mendigos que nos rodean, pero nunca de otros pobres que también están ahí. Es lo que ocurre con el drama de la inmigración desde África en pateras. Esta es la historia de Balla, un muchacho desesperanzado en su Senegal natal que un día decidió meterse en una frágil barca y lanzarse hacia un rumbo desconocido. Imaginemos por un momento que uno de nuestros hijos decide montarse en una barquilla y lanzarse mar adentro para ir a un lugar imaginario donde espera encontrar mejores condiciones de vida. Para nuestra mentalidad esto sería inimaginable. Se necesita mucha desesperación y mucho valor.
        Es común que mientras estamos en algún bar o terraza, dando rienda suelta a nuestras frustraciones semanales, se nos acerquen varios africanos intentándonos vender algo con lo que subsistir, por lo general todos los días repiten el mismo recorrido y aparecen uno tras otro casi en el mismo orden, ya los conocemos a todos y forman parte del paisaje. Un día apareció una cara nueva que me llamó la atención por su juventud, era un chico  20 años según supe después, alto y bien parecido, se ganaba la vida como  los otros, yendo de bar en bar intentando vender baratijas, cinturones, gafas o relojes, todo de muy mala calidad, se ve que que la gente está tiesa y cosas  más caras son más difíciles de vender. Mi primer contacto con el fue con la compra de un cinturón, una vez que les compras algo, indefectiblemente cada vez que te vuelven a ver se acercan para intentar otra vez la operación. Cada día iba extrayendo algo de su vida. Llegó a Canarias hace un año en un patera donde murieron, 4 compañeros, vive en un piso con otros 14, no tiene ninguna profesión aunque ha estudiado hasta el bachillerato en Senegal y su aspiración es poder embarcar algún día en algún barco para ganarse la vida. Para ello se ha apuntado a unos "cursillos de marinero", pero como a perro flaco todo son pulgas, tiene un problema que le inhabilita de momento, no sabe nadar, y claro un marinero que no sabe nadar.......como que no cuadra, así que se ha apuntado a otro cursillo, el de natación. Ahora pienso que cualquier pequeño contratiempo en la patera habría dado con su delgado cuerpo hundido irremediablemente en un instante en las gélidas y oscuras aguas oceánicas. Difícil lo tiene el muchacho y su futuro no parece muy alentador. Es un musulmán férreo en su creencia, cree que su religión es la única verdadera y practica a rajatabla lo que el Corán le indica, nada de alcohol, nada de cerdo, nada de mujeres hasta el matrimonio etc, los ojos se le iluminan cuando habla de Alá y su Mohamed (Mahoma) que desgraciadamente no moverán un dedo por ayudarle como tampoco lo haría el nuestro, su creencia le sirve para mantener su ilusión. Su curiosidad le lleva a preguntarme constantemente por el significado de las palabras, ayer le toco a la palabra "bobo", es lo mismo que tonto le repliqué, y ¿que es tonto? y aquí me pilló, persona de poco entendimiento dice el diccionario, pero también hay personas leídas que son tontas, pensé para mí. Es como un loco, volvió a inquirir, no, le repliqué, el loco es un enfermo y el tonto o bobo no tiene por qué serlo. Es un insulto, le dije, para remachar la explicación, y ¿qué es un insulto? volvió a contestar, ¡joder! a este paso voy a acabar explicándole todo el diccionario. Esto ilustra otra dificultad añadida y aumenta su vulnerabilidad, él hace todo lo posible por aprender el español e incluso lee, pero las palabras española a veces tienen matices endiablados  y no digamos si hablamos de los tonos con los que se pueden decir y significar todo lo contrario. 
            Casi le hemos adoptado y de vez en cuando, ya compradas toda la gama de cinturones, le damos algo de dinero que el agradece muy educadamente. Los negros siempre aparentan más edad de la que tienen o no sabemos distinguirlos bien, igual sucede con los orientales que para mí son todos casi iguales, imagino que para ellos será lo mismo cuando ven a un blanco. Pero hay detalles que delatan su inocencia juvenil. Lleva un móvil destartalado, me pidió ver mi móvil, un "smarfone" corriente, se lo dejé. Mientras pasaba el dedo con suavidad por la pantalla los ojos se le quedaron clavados fascinados en la misma, como cuando un niño acaba de abrir el regalo de reyes, pura inocencia. a veces pasa un rato con nosotros tomándose un Nestea tratando de recuperar el aliento o quizás por sentir algo de cariño,  eso tan fácil de dar y que tanto nos cuesta a veces. Cuando se iba a despedir le pregunté por su dieta, porque no me imagino como puede sobrevivir con las exiguas ganancias de la venta. Desayuna  pan con mantequilla, de vez en cuando come alguna manzana que es la fruta que más le gusta, no come por lo general al medio día y la cena con frecuencia consiste en un bocadillo de sardinas (un euro la lata).  A pesar de todo su aspecto es muy saludable.
             Es un niño todavía y muy valiente, pero eso no es suficiente para sobrevivir en la vorágine que le espera. Deseo que con toda la determinación que está demostrando por salir del agujero, le sirva para tener un futuro que le permita ganarse la vida dignamente antes de ser presa de la desesperación.

"Nadie puede darte tu libertad. Nadie puede darte tu igualdad o justicia o cualquier otra cosa. Si tú eres un hombre, cógelo".

Malcon X

Si la vida te deja

sábado, 19 de enero de 2013

Hombres

          Tras escribir sobre "mujeres", me tocaba ahora escribir sobre "hombres". Busqué algo para llevarme a la boca y la verdad es que me fue difícil encontrar alguna historia sobre hombres que me activara. Suelo despertarme muy temprano y pongo la radio, así dormito hasta que el cuerpo me dice ¡arriba!. Era el día de Reyes, como siempre me desperté temprano y puse la radio, bajita y con los auriculares para no despertar a mi cónyuge que dormía plácidamente. Estaban entrevistando a Javier Baeza, Javier junto a Enrique de Castro son dos curas atípicos del barrio vallecano de Entrevías, tan atípicos que les cerraron la parroquia por no ajustarse a las normas eclesiásticas en la Eucaristía. Claro, su fin principal es ayudar a los más desfavorecidos, considerando los ritos como algo secundario, Jesucristo les acompaña en cada acción. Pero mi intención no es contar aquí su biografía que está al alcance de cualquiera en Internet, sobre todo la de Enrique, que además ya ha publicado varios libros.
 
        Lo que me impactó esa mañana de regalos y dádivas fue la entrevista a un joven recién salido de la cárcel que Javier había acogido en su casa, y vivía con el junto a otros chavales, era una historia desgarradora la del chaval, con un mal padre que le daba una paliza un día sí y otro también y que ahora estaría en la miseria más absoluta al salir de la cárcel, abocado nuevamente a delinquir si no hubiera sido por la intervención de estos "ángeles". El chico había tenido sus reyes, un móvil, y contaba sus esfuerzos en enderezar su vida y recuperar a su novia.  No se si se me saltaban las lágrimas mientras los escuchaba, pero lo que si es seguro es que fue un gran regalo de Reyes. Rápidamente cogí mi "smartphone" y apunte en mis notas el nombre de Javier Baeza, porque no es la primera vez que me ocurre, que tras seguir dormitando olvido los nombres. Luego, indagando, rápidamente lo asocié a Enrique de Castro, al que sí conocía por sus disputas con la Iglesia y su labor, desconozco si viven los dos juntos o por separado. 
   Cuando la noche se cierne sobre algunas vidas, encontrar esa mano amiga con el candil que nos ilumina, no tiene precio. Salvar un alma, encauzarla y devolverla a la lucha diaria con ánimos renovados, e ir a por otra y otra, es una labor tremenda. No hace falta irse a países del tercer mundo para ver las miserias humanas que nos rodean que a fuerza de verlas todos los días nos insensibilizan y pasan desapercibidas.
      Estos curas, porque los curas siempre son curas aunque los suspendan, desconozco su situación actual, me llevan a recordar a los curas "obreros" del barrio en mi infancia. Eran unas personas extraordinarias, se les llamaba curas "obreros", porque trabajaban generalmente en la construcción, fábricas o donde fuera, a pesar de tener muchos carreras universitarias y después de la larga jornada laborar se dedicaban ayudar a sus vecinos y a predicar y en lo que a los niños tocaba a organizarnos equipos de fútbol y campeonatos los fines de semana. No paraban de hacer el bien, eran unas personas comprometidas con el bien. Estos curas tenían como iglesia la del Coromoto, que consistía en una pequeña habitación con un crucifijo al fondo. Ya embarcado en mi infancia, recuerdo que los equipos de fútbol eran míseros, no como los de hoy donde juegan todos en campos de hierba artificial, teníamos que llevar los palos de las porterías a cuestas hasta el campo, que era un terraplén alejado, muchos de nosotros no teníamos ni botas ni camisetas, solo unas simples zapatillas y una camiseta de invierno de ropa interior que utilizábamos como camiseta de fútbol. Todo esto era para contar, que todos, todos los fines de semana emergía una figura en la banda, era la figura de un hombre bien vestido, grandote, o así me parecía porque nosotros éramos muy diminutos, y poco hablador, creo que era militar, pero no puedo asegurarlo. Todos estábamos acostumbrados a su presencia, lástima que no recuerde su nombre, le llamábamos Don...... porque tenía una pinta de caballero antiguo que para qué. ¿que hacía allí?. tras acabar los partido siempre invitaba a unos refrescos e iba comprando botas de fútbol, camisetas, pantalones etc a los que no teníamos nada, ahora no recuerdo si yo fui uno de los agraciados, cada día a uno, cada día una cosa. Con una sonrisa bonachona se le veía muy satisfecho y feliz, sin pedir nunca nada a cambio. En aquellos momentos no apreciábamos en todas su magnitud sus actos, pero con el paso del tiempo su presencia y actos fueron asentándose  en mis recuerdos  con enorme cariño y gratitud.
        Ojala hubiera más personas como estas, pero no debe ser fácil ser así cuando es tan difícil encontrarlas o están ahí y no sabemos verlas.

  "La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger."
Jacinto Benavente

martes, 1 de enero de 2013

La Navidad y nuestros deseos


 

      Es evidente que la gente, en general, espera estas fechas con ilusión, donde concentramos todas nuestras esperanzas y se desvanecen los malos momentos vividos durante el año. O eso es lo que esperamos, intentamos hacer borrón y cuenta nueva. Desgraciadamente la realidad es tozuda y nos topamos con ella una y otra vez, empezamos por no poder comprar todo lo que nos hubiera gustado, eso, los que hemos tenido la suerte de conservar el empleo, otros muchos están probando los sinsabores del paro y el abandono, para ellos estos días no son buenos. Pero si no tenemos dinero, tenemos ilusiones y esperanzas, esperamos recuperar o conseguir nuestro primer empleo, conseguir nuestro amor o recuperarlo, coche nuevo y tantas otras cosas. Otros esperaran que sus deseos no materiales se hagan realidad, pero también encontrarán "otras crisis" que les harán más infelices, porque han pasado el año dormitando en sus ensoñaciones, pero nos han enseñado que la Navidad es para soñar, para ser felices pero desgraciadamente no siempre es así y ahora cuando es el momento aparecen barreras como montañas gigantescas. Es tiempo también de ausencias, de echar de menos a los seres queridos que no pueden estar con nosotros por el motivo que sea. 
      En el otro lado de la moneda están a los que la Navidad les ha colmado sus expectativas, muchas veces porque estas eran simplemente inexistentes. Otros no necesitan mucho, solo pequeños detalles, pero cargados de sentimientos . Y nos queda el año entero por vivir, seguro que todos tenemos en mente nuestros planes y deseos para este año. ¿llegaremos a la próxima Navidad y se repetirá el ciclo?. Mientras tanto, por si acaso, sigan soñando, es la mejor manera de ser felices. Hay que vivir el presente porque el futuro es incierto y no sabremos si lo viviremos, como se dice, "Carpe Diem", no esperemos a la próxima Navidad para disfrutar lo que Dios nos ha puesto en esta vida y Feliz 2013.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Mujeres



     Estas son dos historias, dos historias sobre dos mujeres muy distantes en el espacio y muy distantes en la edad, pero ambas tienen algo en comun la determinación y el coraje.
 Primera mujer
         Una terrible noticia asaltó los periódicos y las televisiones hace unas semanas, la tortura y asesinato de María Santos Gorrostieta Salazar, exalcaldesa de Tiquicheo en el estado de Michoacán. Parece que estábamos curados de espanto de todas las atrocidades que suceden en algunos lugares de México con las mujeres, y nada que viniera de allí parecía ya sorprendernos, pero parece que no es así, siempre la brutalidad y el horror se superan así mismos. María Santos era ante todo una esposa y madre que un día alcanzó la alcaldía de su ciudad y solo se le ocurrió plantar cara al narcotráfico, nada más y nada menos. Con toda su dignidad no se doblegó a las presiones de los malhechores que la sometieron a acoso y atentaron contra su vida en varias ocasiones sufriendo graves heridas, en uno de estos atentados perdió a su esposo. Aún tuvo el valor de fotografiar su cuerpo con terribles heridas, ¡Qué mujer!. Ella era médico y podría haberse ganado la vida perfectamente fuera de la política, ¿Qué la llevó a una vida de lucha por la dignidad humana? ¿Cómo resistió los embates de lucifer reafirmandose en sus convicciones?, me temo que estas preguntas son de dificil respuesta y solo están al alcance de personas excepcionales. Cuando ya había abandonado la alcaldía, solo se le ocurrió volver a su pueblo confiada en las declaraciones del alcalde vigente animando a volver a todos los perseguidos porque los tiempos del terror habían ya pasado. Nada más lejos de la realidad, sus verdugos, animales vengativos, descuartizadores profesionales, no iban a perder la ocasión de darse un festín de sangre y sufrimiento. La secuestraron, torturaron y mutilaron, pero no completaron el circulo de devorarla como corresponde a semejantes animales, mataron por placer y dejaron el cadaver junto al arroyo. Pero no consiguieron arrancarle su dignidad y su valor, en cambio perdieron esa brizna de humanidad que aún les pudiera quedar.
          Y ante esta barbarie nos asalta la duda, ¿merece la pena todo este sufrimiento cuando quienes tenian que protegerla la dejaron desvalida y ella no tenía la mas mínima oportunidad de sobrevivir? No todos tenemos el valor suficiente para hacer lo que debemos y cuando debemos, es lo que diferencia a los héroes del resto de los mortales. Son estos "pequeños" actos heroicos los que han hecho que se hayan mejorado las condiciones de vidad del resto de personas, porque estoy seguro que esta muerte no será en vano, que quedará en el recuerdo de la gente de bien y a los verdugos les perseguirá su barbarie hasta el resto de sus días.
Segunda mujer
        Hace unos días, paseaba por el centro de Madrid, aunque el frío no era intenso era lo suficientemente castigador para todo aquel que osara pararse más de dos minutos en el mismo sitio, cuando en una esquina me tope con una anciana diminuta, como sacada de un cuento de los hermanos Grimm. Estaba tapada por completo solo dejando al descubierto su carita de aflicción y sus manos.

        Tocaba el organillo para sacarse unas perras posiblemente para mantener a una familia de parados mucho más jóvenes que ella. Deposité unas monedas en un cazillo de madera y ella ateridad por el frío me sonrió y giró lentamente la manivela para reproducir una música, que ahora no recuerdo, posiblemente la Verbena de la Paloma o similar, pensé por un instante en lo dura e injusta que es la vida para esta mujer que debería estar ya a buen resguardo, lejos del frío y las penurias. Tras mi paseo volví a pasar por el mismo sitio pero la abuelita del cuento ya no estaba, ¿habría cumplido ya jornada laboral? o ¿habría recaudado ya lo suficiente como para comer ese día?. Luego supe que la diminuta anciana, era hija de un ilustre organista, que también se ganaba la vida con el mismo organillo y seguramente en el mismo sitio, un tal Mariano. Indagué por internet y pude ver que la abuela se ganaba la vida con el organillo desde hacía tiempo y que su apariencia denotaba más edas de la que debía tener en realidad, la vida la había castidado duramente sin duda. Desgraciadamente este trabajo que alegra la vida de los que pasan a su lado no tiene derecho a pensión y ella se verá obligada a continuar con el mismo mientras el cuerpo aguante.
       Dos mujeres muy disntintas, con vidas muy separadas pero con algo en común, el coraje, la fuerza de levantarse cada día y enfrentarse a un mundo inhumano. Dos mujeres fuertes que hacen que este mundo nos sea un poco más llevadero al resto de los mortales, al resto de personas anónimas que transitamos por este cruel y a la vez bello mundo.


"No creo, contestó el organillero, los sueños no dependen de la vigilia, es al revés, quiero decir, para mí soñar es como estar más despierto. Y a veces, cuando te despiertas, los sueños se quedan dormidos. Hay cosas que uno sólo sabe cuando duerme."

Andrés NEUMAN: El viajero del siglo