domingo, 22 de enero de 2012

La "otra" vida

En estos días he conocido la existencia de una fundación altruista dedicada a tutelar a personas con deficiencia mental. Siempre  he sentido atracción por las personas más débiles y susceptibles de ser objetos de abusos y abandonos, como son los niños, las personas mayores o con enfermedades o deficiencias mentales. El conocimiento de su existencia llegó a mí a través de un paciente con retraso mental, del que se solicitó mi opinión por un tumor que se le acababa de descubrir. El paciente estaba tutelado por esta organización y el tutor legal  resultó ser una compañera de trabajo. Esta colega me contó la historia del "joven" que cuenta con unos 40 años. El personaje en cuestión vive ahora en una residencia, no muy apropiada para él (residencia de ancianos), pero por lo menos tiene cama, comida y cuidados diarios. Pero no siempre fue así. A la muerte de los padres, este es el gran problema con estos seres y por ello surgió esta fundación, el muchacho pasó a vivir con un hermano que lo mantuvo encerrado durante largo tiempo. No se los motivos ni las circunstancias por lo que Dios me libre de lanzar aquí ninguna crítica por ello. El chico tenía un minúsculo patio como único sitio para poder ver el sol, fue creciendo y supongo que la situación fue haciéndose más inmanejable por lo que decidieron dejarle salir a la calle. Y aquí empezaron los problemas, el era un mozo con las hormonas en plena efervescencia. Por lo que me contaron, debió correr detrás de toda moza que se le ponía a tiro, la cosa no debió de pasar de algún tocamiento al trasero de alguna joven, pero esto fue el detonante para que el pueblo se alzara en "armas" pidiendo el exilio o encierro de semejante ser. Ser al que no se le había dado la oportunidad de ser normal en su comportamiento, debido al aislamiento al que fue sometido y en consecuencia a su nula socialización. Todo acabó con el encierro del muchacho en una residencia de ancianos, con un reducido patio donde el desgraciado podía ver el sol y sentir lo que es el frío y el calor. Por si todo esto fuera poco, ahora le ha sobrevenido una enfermedad gravísima que pondrá fin a sus días, no sin antes hacerle sufrir. ¿Qué más podemos decir?. Aunque la historia me produjo gran tristeza a esta se unió una gran alegría por saber de la existencia de personas tan sensibles al dolor ajeno. Y esta es la historia de la "otra" vida, vidas que transcurren delante de nuestros ojos pero que muchas veces somos incapaces de ver.

domingo, 15 de enero de 2012

La lengua como enfermedad

No me gusta hablar de política públicamente, cada uno allá con sus ideas, pero hoy he leído una noticia que no se si me ha producido irritación, cabreo o qué. Bueno sí lo se, creo que me ha producido pena. La noticia decía que el gobierno de la Generalidad de Cataluña va imponer, sí imponer, hablar a todo el personal de los hospitales en catalán. Pero esto, con no compartirlo, no es lo más grave. En la información se dice, que el médico debe dirigirse al enfermo en catalán, y que incluso si este contesta en castellano el médico debe seguir  hablándole en catalán y SOLO en el caso de que fuera imposible la comunicación, el médico pasará a hablarle en español o castellano. ¿cómo a alguien se le pude ocurrir una cosa así, tratar de imponerla y no pasar nada?. Esto es simplemente fascismo, intolerancia contra el que no piense como yo, uniformización de personal, presión al disidente, imposición. Basta ya de hipocresías y eufemismos, no nos pueden imponer cómo un médico u otro personal sanitario debe dirigirse a un paciente y menos si ambos dominan la misma lengua. Con ser grave lo que estoy diciendo, tan grave o más me parece que no haya una reacción de la sociedad, que no pongan de patitas en la calle a estos fascistas disfrazados de nacionalistas democratas, que aceptemos todo como normal, aunque sean las mayores barbaridades del mundo. La sociedad parece anestesiada, ¡definitivamente el paciente sigue convaleciente!.

domingo, 8 de enero de 2012

La cr(t)isis

Estamos en un momento de crisis económica, el enfermo parece muy grave, el diagnóstico es de "tisis galopante". Los políticos envían mensajes catastrofistas vaticinando no sé cuantos males. Su medicina es la tijera de podar, el adelgazamiento extremo que raya en la anorexia, pero se están olvidando de poner sueros al enfermo para reanimarle y reponer la sangre perdida, aunque solo sea agua con un poco de sal, tras la cirugía brutal. 
Estamos en un país de extremos, hemos vivido como cigarras, con un derroche enorme en la época de bonanza, impulsada unas veces por unos cuatreros más preocupados de llenarse el bolsillo que en la utilidad de lo que se hacía y otras por un localismo provinciano mal entendido, el de tener más que el vecino aunque lo que se tenga no sirva para nada, el caso era pedir. Ahora que vienen mal dadas, hemos de apretarnos el cinturón los que no participamos de aquella orgía demoniaca, gente normal y corriente.
Ante este panorama ¿Qué debemos hacer?¿ahorrar por si vienen tiempos peores?¿hacer vida normal y gastar?. La prudencia y la razón aconsejan moderación en el gasto, pero el corazón nos impulsa a comprar, más ahora con el estímulo de la Navidad y las rebajas. Como soy una persona normal me he acercado a unos grandes almacenes a tantear el terreno y me he encontrado una ingente cantidad de compradores, y no estaban mirando como dice el patrón, "van muchos pero compran pocos", lo que sí ví fueron pocos empleados que no daban abasto. Puedo asegurarles que había grandes colas en las cajas. En otros grandes almacenes un amigo que dijo que ante la cantidad de gente que hacia allí se dirigía optó por volverse. 
Por lo que parece, los que aún conservan un trabajo con cierta certidumbre, no se han dejado intimidar por estos mensajes catastrofistas y entre el desconsuelo y la felicidad, de la compra barata, han optado por esto último. La gente no quiere meterse en casa a esperar y ver como los efluvios nocivos se le extienden por su organismo mientras permanece inmóvil, esperando al de la guadaña para que acabe con sus sufrimientos. La gente quiere ser feliz, si han de morir que sea con la sonrisa en los labios, pensando en lo bien que les queda esa prenda que acaban de comprar.

martes, 3 de enero de 2012

Cuando los sentimientos se expresan producen felicidad


Ha sido para mí dificil escribir lo que viene a continuación, expresar sentimientos con palabras nunca es fácil, pero lo voy a intentar. Una vez escrito, no encontraba el título adecuado, así que no sé si el título será permanente cambiará en unos días.
Hace poco asistí a la reunión por el 25 aniversario de mi promoción de Medicina. A la mayoría no los veía desde entonces. El encuentro fue afable, de algunos no recordaba nada, se otros algo y de unos pocos algo mas. Para mi fue emocionalmente no fue muy intensa, lo que no quiere decir que no me lo pasara bien ni que la desdeñara. Me encantó reunirme con los antiguos colegas.
En estos días nos hemos reunidos antiguos compañeros del colegio que no nos veíamos desde hace mas se 30 años. Con los compañeros de la universidad compartí 6 años, con los del colegio con conciencia, apenas 4 y con las chicas puede que menos por estar en clases separadas al inicio.
¿Cómo resultó esta última? Pues como si se hubiera detenido el tiempo. Aunque existía nerviosismo por el primer contacto físico, el ambiente se relajó rápidamente y evolucionó hacia un ambiente afectivo y de camaradería. Fue curioso observar como entre los chicos nos seguíamos llamando por el apellido, como en el colegio, aunque sabíamos perfectamente el nombre. El espíritu colegial continuaba dentro de nosotros. Fue una autentico explosión de sentimientos, que a juzgar por los comentarios hechos en "Facebook" ha dejado una honda impresión en los asistentes, entre los cuales me incluyo. A través de los contactos previos he conocido intimidades de mis antiguos compañeros y he llegado a sufrir con ellos cuando ellos sufrían y a alegrarme cuando ellos se alegraban. Los había hecho parte de mí.
 Toda esta familiaridad quizá estuviera influida por los contactos previos a través del "chat". Pero esto no lo explica todo, también los hubo en la reunión del 25 aniversario y para nada pueden equipararse a las emociones sufridas en esta segunda reunión.
¿Que es lo que ha sucedido para que esto fuera así? A mi juicio son varias las razones, la primera la edad a la que nos conocimos, la adolescencia, edad convulsa pero que nos marca de manera indeleble. En segundo lugar la buen relación existente entre nosotros en aquella época y las vivencias vividas, valga la redundancia, que estoy seguro hemos rememorado múltiples veces con amigos y familiares. Yo particularmente, con los pocos amigos con los que he seguido en contacto, hemos rememorado con frecuencia anécdotas de la época. Y por último, porque es en esta época cuando despertamos al amor, correspondido o no, pero en ambos casos seguro que no los hemos olvidado.
En cualquier caso, ha sido una experiencia maravillosa y muy rica afectivamente, con un final feliz. Me trevería a decir en nombre de todos, que ha sido una vivencia de intensos sentimientos, con la lágrima de la felicidad esperando a salir de los ojos en cualquier momento. No se como serán las relaciones en el futuro, pero en estos tiempos de tanta inhumanidad y anestesia afectiva no es usual esta expresividad de sentimientos, en cual quier caso "que nos quiten lo bailao" . ¿Podemos dejar de sonreir al ver a nuestros hijos sorprendidos con estas actitudes nuestras tan de adolescentes?
He redescubierto personas a las que su recuerdo vivo guardaba en mi interior. De otras, con las que tuve menos relación en aquella época he visto su valor humano, en ambos casos he percibido una humanidad de calidad suprema atemperada con los años como si de  buenos vinos se tratase que mejoran con el paso del tiempo. Ha merecido la pena esperar. Cuando nos quitamos el corsé que nos oprime y expresamos lo que sentimos nos invade la felicidad, el bienestar.